domingo, 17 de enero de 2010

From The Cave - Parte XXXI -


Me golpeé en la cabeza al tropezar con alguna roca de esas que conforman este oscuro infierno, quedando inconsciente por un largo momento, tendido en el frío suelo del sepulcro al cual fuí desterrado. Aún sigo aquí, quizás dando vueltas en circulo desde aquel día en que sólo abrí mis ojos y ya estaba aquí, encerrado en un laberinto sin salida, preso de mis miedos y esclavo de mis fracasos, deambulando por un sendero de incertidumbre como el extranjero que partió hacia una tierra desconocida, sin saber porqué estoy condenado en esta cárcel ni cómo he de salir de esta prisión maldita. La soledad es un cruel látigo que azota mi ser sin parar, lacerándome insistentemente pero sin matarme para que no pare mi agonía.

Este en un rompecabezas sin solución alguna ya que las piezas no encajan, es la interrogante que ocupa mi mente pero que no tiene respuesta. Quizás estoy en una celda cuya llave fue lanzada a un mar sin fondo por y se perdió en su infinita profundidad. El sirio de la vida se está extinguiendo, y es poco lo que queda antes de morir de la pena que me atormenta en este inhóspito lugar. Caminaré hasta encontrar a la muerte, o quizás camine hasta que ella me encuentre a mi. Ya mi cuerpo está desgastado, y de verdad no sé qué hacer para seguir buscando la puerta de salida de este lugar.

ChaGuiTo!!
 
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