martes, 23 de marzo de 2010

From The Cave - Parte XXXII -


Me siento como un oso hibernando, en esta cueva fría e infernal a la vez, en la cual mi alma ha sido condenada a deambular por el resto de una existencia inexistente, en una dimensión inerte, sin vida, donde sólo somos estas rocas malditas y un muerto que se arrastra ante la inclemencia de su sepulcro. Ya no tengo ojos para ver, porque se han apagado. Mi boca ya no dice nada, mi voz desapareció junto a unos gritos desesperados a causa de la impotencia por no salir de este execrable lugar. Ya mi cuerpo y mi alma andan dislocados cada uno de su cuenta, tomaron caminos separados y se han perdido en la penumbra de esta gruta siniestra. ¿Hasta Cuándo? Me pregunto incesablemente, pero no cuestionando sobre mi salida, sé qué eso nunca pasará, pero espero que no tarde mucho en que mi vida expire como llama que se apaga, para poder descansar de esta perniciosa tortura.

ChaGuiTo!!
 
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