sábado, 19 de enero de 2013

Memorias del Camino: Feliz Cumpleaños (2012)

Un año más que se va, y otro que viene con retos lograr, metas por alcanzar y dificultades que superar. Con el tiempo me voy dando cuenta de que aunque para los demás no sea algo palpable, la vida se va volviendo más díficil en todos los sentidos desde la cual pueda ser examinada. Cada día voy en un proceso natural e imbatible, la constante degeneración física que silentemente acompaña al tiempo en su curso imparable en las agujas del reloj. Gente que ha llegado, personas que se han ido, cosas que nunca pensaría cambiarian me llenaron de sorpresa en estos últimos doce meses. Pero en verdad, todo esto se reduce a nada cuando te miras en el espejo del Todopoderoso y te das cuenta de que vivir es un privilegio temporal al cual hay que sacarle provecho, de lo contrario daría lo mismo cavar nuestra propia tumba y enterrarnos en dicho sepulcro.

Para quienes tendrán el privilegio de leer esta nota (unos quizás lo sepan y otros hasta se sorprendan), les confieso que este último año fue por mucho lo que podría considerar el apocalipsis de mi ser, debido a los gigantes con los que tuve que enfrentarme y que en algún momento me hicieron perder la fe, la esperanza, la motivación de llegar más lejos y quizás hasta las ganas de vivir. Pero sería malagradecido ante los ojos de nuestro Padre El Divino catalogar mis caidas como desgracias, cuando lo que tengo que hacer es darle las gracias por haberme permitido deslizar y caer para darme cuenta de que muchas cosas tenian que cambiar y empezar a ver la vida desde otra perspectiva, pues no estaba dando los pasos correctos. Dios no gusta de vernos tropezar, pero por nuestra terquedad lo hacemos y él dispone que nos encontremos de frente con las consecuencias de nuestros errores y malas pisadas para darnos cuenta de que lo estamos haciendo mal,  y que si no ponemos de nuestra parte entonces estaremos echando por el suelo todas aquellas cosas que ha puesto para nosotros en la vida, desperdiciando asi las virtudes y los talentos con las que nos ideó.

Caí. Cuando pensaba que más alto habia puesto mis manos, cuando pensé que el cielo estaba casi en mis manos, caí. Dicen que la altura determina el dolor que causa la caida, y al caer desde tan alto me dolió como nunca imagine algún golpe iba a doler. Por un momento pude ver las cosas desde abajo, como todo mi mundo se despedazaba sobre mi y me enterraba entre los escombros de aquellos momentos de gloria y las nociones del éxito de que tanto alardeaba porque para eso me esforzaba, para ganar, pero fue tanto mi empeño en tener y tener que me olvidé de ser y crecer. Fue entonces cuando me creí totalmente vencido, ya casi sin vida, negado a existir para pelear mi batalla con el destino y así entonces poder escribir mi propia historia. Me sentí sólo, me sentí perdido en un laberinto hecho por mi, pero del cual desconocia la salida porque hacia tiempo que ignoraba mi propia suerte. Pero Dios me mostró su rostro, me dió la mano y me devolvió a donde realmente pertenezco. Así como Jesús lloró a su amigo Lázaro y después lo resucitó, así hizo conmigo, y con su abrazo me devolvió la confianza, y su sonrisa me devolvió la gallardía que me hacia falta para enfrentar mi realidad y salir victorioso en batalla.

Yo le doy gracias a EL, porque me trajo de vuelta a la vida, y me recordó que siempre había estado conmigo, pero era yo quien no queria verle. Puso un batallón de ángeles sobre mi y a mi lado, encabezados por mi ángel de la guarda, mi abuelo Francisco Cruz Reynoso, quien le asiste desde allá arriba para cuidar de sus hijos y hermanos terrenales, también una familia hermosa que me ama y me apoya en mis padres, Santiago Castillo y Gladys Cruz, mi amada abuela Olga de Cruz, mis hermanos Ramón Santiago, Paola y Mia Paulette (asi como los demás hermanos y hermanas que Dios me puso gracias a mi papá), mis amigos verdaderos que han estado ahí apoyándome a cada momento y mucho más cuando todo parecía haber terminado pues me dieron la palmada de la confianza y la esperanza, así como a todas las personas que de una forma u otra han incidido en el nuevo despertar del cual hoy puedo dar testimonio.

Aún falta mucho por recorrer, el camino es largo, y confiado en la promesa que Dios tiene para mi vida, sé que esto apenas comienza. Sigo de pies, por su bondad, su amor, su misericordia y su perdón, y pongo en las manos del Altísimo mi vida, mis sueños y mis anhelos, para ser moldeado en sus manos y convertirme en el hombre que quiere hacer de mi. He vuelto a la vida, por su gracia estoy aquí.

Feliz Cumpleaños. =)

Santiago R. Castillo
ChaGuiTo!!

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