De vuelta a mi realidad. Triste historia que no cesa, no puedo estar tranquilo ni en mi imaginación, creo que se me olvidó lo que era estar bien, o al menos tratar de estarlo. Abro los ojos y caigo en el vacío de mi alma oprimida por la soledad y la desesperación. No imagino que será estar afuera, pero de seguro que debe ser mejor que andar con estos grilletes invisibles que me hunden en un charco de forma áspera pero en silencio. Trato de respirar el enigmático aire que hay en este laberinto sin final. Empiezo a ver las cosas que he perdido a través de mi sexto sentido. Es imposible ganar, pero no hay nada más que perder. Me rendí ante el sueño de un día volver a ver la luz del sol y el brillo de la luna.
Ya no hay más playas, ni montañas que escalar. Sólo queda recordar lo vivido y esperar lo que aún no he visto. Es todo una incertidumbre el hecho de no saber que me espera en las millas que me faltan de recorrer hasta la hora de mi último respiro. El cansancio me ha ganado la batalla, y he caído vencido a los pies de mi destino. Creo que ya no vale la pena seguir luchando, más aún cuando mi razón de pelear con mi martirio ha desaparecido en la espesa neblina de este lugar infinito. Es tiempo de entregarme por completo a mi enemigo, y dejar que la marea de este mar de angustias me ahogue en un remolino.
ChaGuiTo!!
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